La Torilis arvensis, también conocida por sus nombres comunes de "perejil de los setos" o "perejil de los campos", es una planta de flor invasora que crece en una gran variedad de condiciones, pero que se encuentra especialmente en lugares alterados. El perejil de los setos prefiere el pleno sol, las condiciones mésicas y secas, y suele crecer en suelos con grava caliza. Madura rápidamente durante la temporada de crecimiento, produce flores y semillas, y luego muere.

Al igual que el perejil de los vástagos, el perejil de los vástagos también confía en el "autostop" para dispersar sus semillas y extender su crecimiento. Las flores blancas producen pequeñas semillas en forma de gancho en las vainas que cultivan. Los ganchos se adhieren y viajan con las personas y los animales a otros destinos hasta que se caen o son arrancados. Por ello, el perejil de los setos germina con facilidad y puede convertirse en una mala hierba que a veces invade el césped y los parterres.

Aunque el perejil de los setos es invasivo, no se considera demasiado perjudicial para las comunidades vegetales autóctonas ni tóxico para el ganado. Sin embargo, puede ser una verdadera molestia porque puede superar a muchas otras plantas. Las fresas, o semillas, también pueden causar daños mecánicos al ganado o a los animales domésticos si se alojan en los oídos, los ojos o la nariz. Como las semillas son diminutas y pegajosas, son increíblemente difíciles de eliminar de la ropa y el pelaje.

Por estos motivos, pedimos a los voluntarios que se centren en eliminar el perejil de los setos del parque. En el mapa que aparece a continuación, podrá encontrar los lugares en los que hemos detectado que el perejil de los setos es más abundante.

Si estás interesado en ayudar, inscríbete en nuestra página de GivePulse, ¡y no olvides registrar tus horas después!

Inscríbase aquí